El Martes Santo, Jesús se queda en Betania. Simón, el leproso que había sido curado por Jesús, invita al Señor a comer en su casa, por lo agradecido que le estaba. Mientras están comiendo, entra en la casa una mujer del pueblo llamada María; rompe un frasco de perfume carísimo y lo echa a los pies del Señor. Los besa y los seca con sus cabellos. A María le regañaron, ya que podría haber vendido el perfume para dárselo a los pobres, pero Jesús la defendió diciendo: "esto ha sido como una preparación para mi entierro" en este momento anuncia Jesús su muerte, causando un gran pesar entre sus discípulos.
lunes, abril 02, 2007
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