“Alguien me había enamorado allá en la noche...
Nunca más apareció.
Ya nadie más pudo encontrarme”.
Nunca más apareció.
Ya nadie más pudo encontrarme”.
María Zambrano
Hoy has tachado otro nombre
de la interminable lista de tus conquistas,
otro borrón en la cuenta nueva
de tus sucesivas amantes.
Otro reloj de difícil compostura.
En el horizonte siguen navegando
los barcos de vela.
Abrimos correos electrónicos,
donde ni por sorpresa estás.
Una oferta de alquiler, mi amigo
vende un coche, y mi cuñado
nos invita a cenar.
Vienes y vas ausente,
con un cariño lacerado por los prejuicios.
Yo esquivo la mirada ante la tuya
y te cuesta tanto ofrecerme un beso.
Mientras tu carne y la mía, siempre en silencio
con soledad contenida, se estrellan
sobre las sábanas, constriñendo sentimientos
castigando falsas emociones...
Se fue la pasión y quedó
un verso suelto en el poema.
de la interminable lista de tus conquistas,
otro borrón en la cuenta nueva
de tus sucesivas amantes.
Otro reloj de difícil compostura.
En el horizonte siguen navegando
los barcos de vela.
Abrimos correos electrónicos,
donde ni por sorpresa estás.
Una oferta de alquiler, mi amigo
vende un coche, y mi cuñado
nos invita a cenar.
Vienes y vas ausente,
con un cariño lacerado por los prejuicios.
Yo esquivo la mirada ante la tuya
y te cuesta tanto ofrecerme un beso.
Mientras tu carne y la mía, siempre en silencio
con soledad contenida, se estrellan
sobre las sábanas, constriñendo sentimientos
castigando falsas emociones...
Se fue la pasión y quedó
un verso suelto en el poema.
de: Blanca Flores